Mi llegada fue muy fluida, alguien me recogió directamente en el aeropuerto. La casa no está lejos del aeropuerto. Tuve que llegar al centro de voluntarios sobre las 10 de la noche, así que pude ducharme y comer algo.
El primer día (domingo), el equipo me preparó una bienvenida muy agradable, con una presentación de Nepal y me dio un folleto con algunas palabras que debía conocer en nepalí.
Luego, uno de los miembros del equipo me llevó a dar un paseo por el barrio para enseñarme dónde podía ir de compras si lo necesitaba.
Durante mi primera semana, fui a la obra en moto... ¡El tráfico aquí es una locura! Pero fue una aventura magnífica.
También tuve la oportunidad de ir a ver el proyecto de otra voluntaria de la casa, y fui con ella a ayudar a niños discapacitados. ¡Fue una experiencia muy gratificante en términos humanos!
Para mi primer fin de semana, salí a descubrir la ciudad de Katmandú.
La casa es cómoda y la gente realmente encantadora.
Gracias por tu ayuda y por estar ahí durante toda la preparación.
Alix
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